


Vivienda y Decoración
Mercurio
Sábado 16 de agosto de 2008.
Una escultura de María Angélica Echavarri, un jardín proyectado por Juan Grimm y la arquitectura de Nicolás Lipthay hacen delmemorial Jaime Guzmán Errázuriz un lugar de encuentro que contribuye a embellecer este sector de la ciudad.
Texto, Jimena Silva Cubillos Fotografías, Gonzalo López V.
De manera silenciosa a fines de julio se abrió a la ciudad el Memorial Jaime Guzmán, proyecto desarrollado por la escultora María Angélica Echavarri y el arquitecto Nicolás Lipthay. Se trata de un homenaje al senador y abogado que murió el 1 de abril de 1991, mediante el cual se pretende acercar su figura a toda la comunidad.
Ubicado en la plaza Unesco –en la intersección de las calles Vitacura, Andrés Bello y Presidente Riesco–, este memorial es el resultado de un concurso público que el 2003 convocó a cerca de 150 proyectos, pero la propuesta ganadora debió enfrentar varios desafíos antes de convertirse en obra. Uno de ellos fue el cambio de emplazamiento original desde la plaza Baquedano, en Providencia, hasta la plaza Unesco de Las Condes. "Entonces nos pidieron sumar un programa de extensión que le diera mayor vida al memorial, y así surgió la idea de trabajar el subsuelo, transformándolo en un gran espacio para exposiciones y conferencias", explica el arquitecto Nicolás Lipthay. El segundo consistió en achicar proporcionalmente todo el proyecto, ya que en plena etapa de construcción los profesionales debieron ceder parte de la superficie de la plaza para ampliar de dos a tres pistas un tramo de la avenida Vitacura.
La pieza central del memorial es una escultura de bronce que pesa doce toneladas. Son 66 personajes que miden en promedio dos metros de alto, los que aparentan caminar sobre un espejo de agua de 36 metros de largo por 18 metros de ancho. "El ánimo de la escultura es conciliador, pues el espíritu de Jaime Guzmán apelaba a eso. Las 66 figuras –que alineadas componen un cuerpo de 22 metros de largo– representan el mapa de Chile; la unión de un país en torno a ciertos ideales", dice su autora, la artista María Angélica Echavarri.
Bajo el espejo de agua, Nicolás Lipthay creó el salón de eventos, donde además hay una oficina, una sala de reuniones y baños. Un patio de acceso y otro posterior completan el programa. En los cierres y en el piso, el profesional empleó mármol travertino, y en un muro interior, que se utilizará para dar a conocer la vida de Jaime Guzmán, ocupó granito negro.
Hacia el norte el memorial remata en un jardín semi duro diseñado por el arquitecto paisajista Juan Grimm, en el que destaca la presencia de adoquines y topiarios de enredaderas que descansan sobre losas de hormigón. Mediante un eje de bancas de mármol travertino, Grimm ordenó el espacio dirigiendo la mirada a la escultura, elemento que simboliza la unidad.
Jimena Silva Cubillos.