Proyecto establece que la enseñanza básica durará seis años, al igual que la media.
Tres instituciones velarán por la excelencia de los contenidos y de su enseñanza en las escuelas.
Se enfatiza en el "emprendimiento privado" por sobre el lucro. Se regula el sistema de selección.
Se avizora polémica en Congreso, por disidencias en el oficialismo.
M. G. DALGALARRANDO Y M. FERNÁNDEZ
La emoción fue la tónica de la ceremonia que se realizó ayer en la mañana en La Moneda para sellar el acuerdo de educación entre la Concertación y la Alianza. Tras la firma de todos los presidentes de los partidos en el documento que se enviará para sustituir los actuales proyectos de enseñanza que están en el Congreso (ver infografía), parlamentarios y ministros se tomaron de las manos y cantaron el himno nacional, mientras algunos de los presentes lloraban de felicidad en el salón Montt-Varas. "Todos trabajamos por Chile", dijo la Presidenta Michelle Bachelet y los aplausos por haber concretado la compleja tarea, inundaron el ambiente.
Después de la emblemática "revolución pingüina" de mayo y junio de 2006 que exigía la derogación de la actual Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), la seguidilla de consejos, negociaciones y proyectos de ley -del Gobierno y de la Alianza- desembocaron en este acuerdo, que hasta última hora estuvo a punto de fracasar.
En el camino quedó la discusión en torno al lucro, que puso en el tapete la Presidenta cuando dio a conocer el proyecto de Ley General de Educación (LGE) en abril pasado. En ella se establecía que los sostenedores de los colegios particulares subvencionados no podrían obtener ganancias de esta actividad y tendrían que transformarse en corporaciones o fundaciones.
Pero la Alianza no aceptó y decidió presentar un proyecto alternativo. Como el gobierno necesitaba 4/7 de quórum en el Congreso para cambiar la LOCE, optó por crear una instancia de diálogo entre las partes. Y de ese consenso surgió el actual acuerdo que permite el emprendimiento privado y regula a los sostenedores a través de mayores requisitos.
Otro tema polémico que quedó zanjado fue la selección. La propuesta inicial del Gobierno de prohibir la selección hasta octavo básico, finalmente se limitó hasta sexto. Pero se consignó que los colegios podrán seleccionar por proyecto educativo, lo que implica que los de tipo confesional decidirán si aceptan o no a estudiantes de otras religiones.
Tampoco importará el rendimiento previo del alumno a la hora de optar por una vacante en algún establecimiento. De esta forma, los colegios que reciben subvención estatal no podrán hacer exámenes de admisión que midan las capacidades académicas de los niños, ni discriminarlos por su condición socioeconómica. Por último, no se podrá expulsar a los alumnos que no paguen la colegiatura durante el año escolar.
Cambios prácticos
Si el histórico acuerdo que se firmó ayer tiene una rápida tramitación en el Congreso, ya en 2009 los alumnos y sus apoderados verán los primeros efectos. Así, no podrán ser expulsados aquellos niños que repitan de curso una sola vez en básica y una en media.
Dentro de los cambios más emblemáticos está el que a partir de 2013 el sistema escolar iniciará una transición hacia una nueva estructura de básica y media.
La nueva fórmula implica que se establecen seis años de educación primaria y seis de secundaria. La idea es que, paulatinamente, desde 2013 cerca de un tercio de los alumnos de séptimo y octavo básico estudien lo que será primer y segundo año de media. Y que desde 2016 todos los colegios estén bajo este régimen. A diferencia de lo que ocurre hoy con los profesores de básica, los docentes del nuevo ciclo de media (actual 7º y 8º básico) serán especializados.
Otra de las novedades del acuerdo es el nuevo sistema de aseguramiento de la calidad educativa. El diseño contempló no sólo la Superintendencia que propuso el Gobierno para fiscalizar el control de las platas fiscales por parte de los colegios, sino que también el de una agencia que velará por el cumplimiento de metas mínimas de aprendizaje.
Ésta última fue una propuesta de la Alianza y será un organismo autónomo que evaluará los aprendizajes de los alumnos, comunicará sus resultados a los padres, clasificará las escuelas en base al cumplimiento de estándares y recomendará medidas de mejoramiento. Incluso podrá sugerir a la Superintendencia el cierre de los colegios que no entreguen una enseñanza de calidad.
Si eso sucede, las escuelas de bajo rendimiento serán sometidas a una especie de terapia de rehabilitación. Ésta partirá con la notificación a los apoderados de la situación del establecimiento, para luego entregarles asesorías a cargo de agencias externas o del Mineduc. De no haber mejoras, en el caso de los colegios particulares subvencionados, pueden perder la subvención e, incluso, dejar de ser reconocidos oficialmente, lo que equivale a su cierre.
Si la escuela deficiente es municipal, se podrá cerrar y si no existen alternativas cercanas, un administrador provisional se encargará de reestructurarla y remover a parte del personal.
Currículos acotados
El nuevo Consejo Nacional de Educación (CNE), por su parte, velará por que los currículos elaborados por el Mineduc alcancen a ser vistos por los profesores en el año de clases. O sea, que estén acordes al tiempo que tienen para pasar la materia.
La visión centralista que imponía la LGE ahora adquirió una impronta de mayor autonomía. Ahora se le da más libertad a los colegios y mayor flexibilidad curricular: se crean mecanismos que permiten más creatividad y diversidad de proyectos.
Un ejemplo de esto es que las bases curriculares del Ministerio sólo corresponderán al 70% del tiempo disponible de la jornada escolar. El 30% restante quedará a libre disposición de las escuelas, que podrán usarlo para profundizar materias que consideren necesarias para su proyecto educativo. Para ahorrarles el trabajo de diseñarlas, dispondrán de un banco de planes y programas alternativos ya probados en establecimientos de excelencia.
Un avance significativo hacia un sistema educacional de mejor calidad
YASNA PROVOSTE
Ministra de Educación
"Este es un momento histórico que enaltece la tarea política. Es gracias al esfuerzo que han hecho nuestros estudiantes secundarios. (...) Lo que hoy estamos viviendo, a partir de ese clamor, es que las fuerzas políticas logran también estar en sintonía y llegar a este acuerdo muy notable".
ALEJANDRO GOIC
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
"Hubo un diálogo bastante bueno con los sectores de la oposición, con los sectores de gobierno y se escuchó a otros representantes del tejido social involucrados en el tema de la educación. Pareciera que es el mejor acuerdo posible. Se necesitaba de un consenso amplio".
CRISTIÁN LARROULET
Director ejecutivo de Libertad y Desarrollo
"Es un importante acuerdo en que se trabajó muy seriamente. Se avanzó en consolidar y defender cosas importantes, como la provisión privada de educación, el tema del aseguramiento de la calidad, con instrumentos que van a ser efectivos y eficientes".
PEDRO MONTT
Jefe de Currículum y Evaluación del Mineduc
"Ahora los colegios del país van a tener que rendir cuentas y, además, asegurar calidad. Eso es lo que nos importa a todos. La gente está esperando recibir educación de calidad y el sostenedor podrá entregarla y tener utilidades al mismo tiempo".
CAROLINA TOHÁ
Diputada PPD
"Ahora el sistema educacional chileno le está diciendo a los colegios del país que hay un piso de calidad mínimo obligatorio que deben cumplir. No hay más cancha fácil para hacer negocios y no responder con un servicio de calidad para todos los escolares. Ese es el mayor aporte de este acuerdo".
GERMÁN BECKER
Diputado RN
"Es un acuerdo que nos deja muy satisfechos. Se logra defender varios puntos que eran fundamentales para nosotros en la línea de asegurar la calidad. Afortunadamente, los diputados y senadores del Gobierno mostraron una gran disposición al diálogo".
PATRICIA MATTE
Presidenta de la Sociedad Instrucción Primaria
"Estamos contentos, con un ánimo positivo. Creemos que así se debe de trabajar, no sólo en este tema sino que en muchos otros. Para resumir, lo que se logró con la ley es que hubo un consenso con una mirada a largo plazo, cuestiones que eran impensables".
30 DÍAS
UN PLAZO máximo de un mes tendrá el Gobierno para enviar las nuevas indicaciones que sustituirán a los proyectos hoy en trámite.
La Presidenta Bachelet destacó en la ceremonia que "tenemos la oportunidad de superar nuestras diferencias y convenir sólidos acuerdos nacionales en beneficio de todos". En la imagen, junto a Soledad Alvear, Hernán Larraín y Sergio Bitar.
Foto:HÉCTOR YÁÑEZ
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