domingo, 6 de enero de 2008

Critóbal Orrego: Del desalojo al desembarco

Reportajes El Mercurio, Domingo 6 de enero de 2008.

Las grandes figuras pueden desembarcarse para no ser arrastradas por la mala imagen -cada día peor- de Bachelet. Ciertamente. Mas ella tiene una opción y tiene un hombre (por lo menos): Francisco Vidal. Él puede devolverle la buena imagen a nuestra reina.



Cristóbal Orrego

El viernes me encontré en la cafetería con un amigo filósofo que leyó sobresaltado el titular de un tabloide: "Velasco sorprende a Bachelet con renuncia indeclinable".

-¡Pero cómo es posible! ¿Qué vamos a hacer? ¿Caerá la Bolsa? -me preguntó sobresaltado.

-No lo creo -le digo-. No va a pasar nada. Todos nos lo esperábamos, menos Andrés Zaldívar. Además, la Presidenta ya no le daba ni la hora; los perros de La Moneda lo ninguneaban como a un viejo león ciego, y él mismo se conformaba ya con ir tirando, apenas. ¡Pobre Belisario!

-¡Ah, Belisario! -me replicó con una sonrisa de alivio-. ¡Si creí que era Andrés Velasco el que había renunciado!

-Eso te pasa por no leer El Mercurio. Ahí dice clarito: "Belisario Velasco renuncia a Ministerio del Interior". Be-li-sa-rio. Y así nadie se alarma.

Yo les dejo a los analistas la tarea de hacer de toda esta payasada un gran relato: que si la Presidenta da palos de ciego, que si Velasco fue desleal por irse antes de que lo echaran -yo creo que aguantó al máximo-, que si viene un gran cambio de gabinete y quiénes serán los jugadores nuevos . . . Solamente les digo, para aderezar ese guiso que preparan los buenos columnistas, que un amigo ingeniero me ha hecho los cálculos y dice que la intersección entre todos los criterios presidenciales para nombrar ministros (nadie se repite el plato, paridad de género y equilibrios partidistas) y los nombres de las figuras conocidas dispuestas a sacrificarse en una foto con la Presidenta -a inmolarse como Cortázar y Viera-Gallo, la última vez- arroja un conjunto vacío. Si a alguna ministra (¿ex?) no le da el puntaje para interpretar el cálculo, se lo aclaro: 0, cero. No hay gente.

Y es que si siguen así las cosas, este régimen podría terminar no por desalojo sino por desembarco. La Concertación puede pasar del segundo tiempo de Bachelet -aunque ella resistirá, ¡resistirá!- al primer tiempo de otro partido, pero ahora de visita. De local, amigos, ¡ya no da pie con bola!

No olvidéis, sin embargo, lo que os he advertido hasta la náusea: la Alianza por Chile todavía no constituye una alternativa creíble de gobierno. Todavía respira aires de conspiraciones internas, de cálculos mezquinos, de falta de ideales, de incapacidad de movilización ideológica y política, de absoluta falta de presencia en las calles y en las plazas, de confianza desquiciada en las encuestas y en la tecnología... Esa Alianza tiene en primera fila, además, al peor candidato posible. Reitero: sería un excelente Presidente, pero sigue siendo un pésimo candidato. ¿Que ahora brilla en las encuestas? Sí, pero nunca lo suficiente para hacerle el peso político a un candidato real de la Concertación.

Eso me lleva a la otra cara de mi tesis del desembarco (¿dará para un libro?). Y es que puede haber desembarco... ¡sin desalojo! Las grandes figuras pueden desembarcarse para no ser arrastradas por la mala imagen -cada día peor- de Bachelet. Ciertamente. Mas ella tiene una opción y tiene un hombre (por lo menos): Francisco Vidal. Él puede devolverle la buena imagen a nuestra reina.

Sería demencial frotarse las manos pensando en la despedida de la Concertación -el famoso desalojo-, creyéndoles a las encuestas de ahora, sin reconocer que detrás de todo este movimiento último están Francisco Vidal y Andrés Velasco. Velasco el Joven -ahora, el único- es un equilibrio perfecto entre la ortodoxia macroeconómica, la ceguera microeconómica -ceguera necesaria en política- y la ideología socialdemócrata. Vidal, por su parte, es un Príncipe, una inteligencia política superior. Basta verle brillar los ojos, oírle abrir la boca, para comprender que es la astucia encarnada, con el 10% de la simpatía de Michelle -ya es bastante- pero con el 1.000% de su inteligencia práctica -en fin, tampoco es demasiado- y con manos infinitamente largas, tentáculos portentosos. Velasco y Vidal son los hombres, aunque puedan traer uno que otro refuerzo para ayudar a mantener a la Presidenta en vereda.

Sí, Michelle, sé que usted no se dejará pautear por la prensa "ni por los opinólogos que siempre están tratando de decirle a la Presidenta de la República lo que tiene que hacer" (¿me estará usted leyendo, señora?). Mas déjese pautear por Velasco y por Vidal. Ellos saben a quiénes poner dónde, porque -usted lo dijo, pauteada por Velasco- "tenemos tremendos recursos y necesitamos que la ejecución presupuestaria cumpla con que la prosperidad llegue a la gente". Para "trabajar arduamente, de forma inmediata y en beneficio de la ciudadanía", apóyese, pues, en gente leal y desconocida -hágales caso a Velasco y a Vidal-, pero eficiente en la ejecución presupuestaria.

Y la Concertación pasará adelante. O al menos nos quedará un buen recuerdo de Su Majestad.

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