Domingo 30 de diciembre de 2007
LA NACION DOMINGO
Lavín-Longueira, el dúo dinámico
Volvió a la cancha cual gallo de pelea porque la artillería verbal que lo caracterizó en los 80 dio paso a una retórica cargada de buenas intenciones. Hasta se podría decir que se adelantó a la Navidad, cuando en octubre de este año irrumpió en escena prodigando paz y amor para todos, incluidos la Preesidenta Bachelet y su socio Sebastián Piñera le pidió a la UDI no atacarlo.
Porque Joaquín Lavín, autoproclamado como el primer "bacheletista-aliancista", quiere que la concordia alcance para el espectro político sin distinciones de vieja usanza. Dio golpe de cátedra integrándose al Consejo de Equidad, colaborador como él solo, y propició el acuerdo en educación que, de refilón, dio paso al consenso en seguridad ciudadana. Lavín se siente un facilitador de las convergencias, le guste a quien le guste y le pese a Piñera y a RN. Sobre todo a los cercanos al dueño de Lan, porque el derrotado académico de la UDD está tomando vuelo y tiene hartas ganas de cobrar la revancha que quedó pendiente el 2005.
Por ahora, Lavín dice que no será presidenciable y en su entorno lo confirman: no será candidato a menos que la piscina tenga agua. Y como de a poco la alberca se empieza a ver más llena y el que nace chicharra muere cantando, quién sabe, tal vez suene otra vez el soundtrack " viva el cambio".
Hoy Lavín celebra. Está infladito. La última encuesta CEP lo posicionó séptimo entre los personajes con mejor evaluación ciudadana un alza de 12 puntos y mostró una disminución ostensible en su rechazo. Todo un logro alcanzado con la bandera del "bacheletismo-aliancista" y el apoyo incondicional del senador Pablo Longueira, su especie de Sancho Panza en la cruzada contra el desalojo.
Fue él quien lo proclamó, en el seminario debut de Chile Justo, como el reencantador del partido; quien pidió espacio al gremialismo cuando arreciaron las críticas hacia el ex edil, y quien incluso lo acompañó a La Moneda a saludar al ministro Francisco Vidal, desafiando la doctrina partidaria de que el portavoz es inquilino non grato en La Moneda. Para Longueira, que ha sido dupla leal de Lavín, no hay críticas en la UDI.
"Un asunto de trayectoria", explican en el partido al diferenciar a ambas figuras. Porque mientras Lavín recibe epítetos, advertencias y quitadas de piso al estilo "las directivas son los puentes con el Gobierno", a Longueira se le habla despacito y no se le piden explicaciones. Porque ha dado la pelea en zonas difíciles, tiene el ADN partidario y en el caso Spiniak dejó el pellejo.Y aunque se podría pensar que, con el respeto que infunde, para Longueira es fácil desmarcarse de la UDI, la verdad es que lo ha pasado mal en su rol de díscolo, al punto que tuvo que defender ante sus pares la importancia del crucero familiar del que arribó esta semana y que lo marginó del Consejo General de la UDI. Aun así, el binomio bacheletista persevera, "Digan lo que digan, los demás".
Los rounds entre Andrade y Velasco
Dicen mantener una buena relación, pero en privado no se soportan. Definidos como los "dos maridos" de la Presidenta Bachelet, ya que representan las "dos almas" de la Concertación la económica y la social, los ministros de Hacienda, Andrés Velasco, y del Trabajo, Osvaldo Andrade, han debido sortear sus diferencias para cohabitar en el gabinete de Bachelet y llevar a buen puerto su agenda.
Las razones, más allá de lo evidente, son de carácter práctico: Velasco es el dueño de la billetera fiscal y Andrade el ministro que mejores lazos ha sabido cultivar con el Congreso, cuestión no menor a la hora de conseguir los votos de alineados y díscolos para los proyectos de su cartera.
Sin embargo, ambos secretarios de Estado se han enfrentado cada vez que sus miradas sobre un tema chocan. Esperando el visto bueno de la Presidenta, ella ha apoyado a uno u otro según el caso. Peor aún, en situaciones como la de la pelea entre Codelco y la Dirección del Trabajo por el informe de los cerca de cinco mil subcontratados que la cuprífera estatal debería internalizar, Bachelet ha adoptado lo que una alta fuente de La Moneda define como el estilo del "camino intermedio".
"Enfrentada a dos opciones, ella prefiere el punto medio y que sea su gabinete el que la asesore en los momentos de definiciones clave", explica la fuente, tomando el caso de Codelco en que Velasco se cuadró con la minera y Andrade redobló su apuesta como paradigma. Este último impasse que dejó como ganador a Velasco o a Andrade, según quien opine fue la coronación de una seguidilla de rounds de los que ninguno de los dos ha salido nocaut. El primero fue la disputa por la Ley de Subcontratación y el liderazgo de la reforma previsional, seguidos de la "flexiseguridad", propuesta por Velasco en la Enade 2006, causando la ira de Andrade.
Si se atiende a las declaraciones de Andrade esta semana, el próximo encontronazo debiera ocurrir en enero. El jueves pasado, durante una reunión con periodistas del área económica, anunció una batería de proyectos enviados al Parlamento, entre los que destaca la sindicalización automática de los trabajadores que se incorporan a una empresa, y criticó veladamente a Codelco por judicializar su rechazo a internalizar a trabajadores subcontratados
"Queremos que exista una subcontratación, pero que sea sana y que se respeten los derechos de los trabajadores", dijo, y agregó que "no puede ser que sobre la base de defender la competitividad sigamos permitiendo que en Chile se arrienden trabajadores; eso no es tolerable". Todas, cuestiones que hacen temblar al sector privado y distan mucho de la "flexiseguridad" que sigue atrayendo a Velasco, sobre todo con un 2008 que estará salpicado de expectativas de crecimiento moderado y una inflación superior al 6%.
Los pacos gays
"Todos nos dejaron de lado", aseguran Víctor Rivas y Armando Salgado. Decepcionados de todos. Así están Víctor Rivas y Armando Salgado, los carabineros homosexuales expulsados en mayo de la institución por su orientación sexual. Después de meses en silencio, el caso se destapó recién en octubre, poniendo en entredicho a Carabineros.
El general Bernales aseguró que nunca antes se habían dado casos como éste, mientras al Movilh le llovían correos electrónicos de ex policías que habían sufrido la misma discriminación y se destapaban otros casos, como el de un gendarme, un miembro de Investigaciones y otro carabinero, todos obligados a recibir el sobre azul por ser gays. La homofobia de las Fuerzas Armadas y de Orden fue portada de los medios de comunicación.
Después de algunas conversaciones con el Ministerio de Defensa, a Víctor y Armando les prometieron becas, una investigación interna y la posible reintegración a la institución. Nada se cumplió a su favor. Víctor quería estudiar Trabajo Social en el Inacap y Armando Ingeniería en el mismo instituto, pero no pudieron.
Tampoco les permitieron reingresar a la institución. "Nos dijeron que era por falta de interés nuestro", explica Víctor, y Armando agrega que el jefe de personal les recomendó que no volvieran a ser carabineros porque los iban a tratar mal. Por eso están desilusionados. "Todos nos dejaron de lado", evidencia Rivas. Sus denuncias a la prensa, el apoyo que les brindó la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y el diálogo con las autoridades quedó en nada.
Hoy Armando se desempeña como guardia de seguridad en una tienda, mientras Víctor sólo consiguió trabajo en lo mismo durante los días previos a Navidad. Viven de allegados en la casa de una amiga, pero están buscando un lugar para arrendar solos, listos para empezar una vida lejos de la institución que tanto amaban y que les pegó una patada por la espalda a vista y paciencia de todos los chilenos.
La guerra entre el colorín y la Chol
El colorín proyecta posicionarse como el poseedor de la llave mágica legislativa, pero también tendría en mente la constitución de una alianza estratégica entre católicos conservadores y populistas, encabezados por Joaquín Lavín.
"No sobra nadie; muy por el contrario, nos vamos a necesitar todos", proclamó Soledad Alvear el 8 de mayo de 2006 cuando asumió la presidencia del PDC. Una declaración que, como muchas otras en política, se la llevó el viento falangista, que el 2007 se convirtió en un ciclón devastador y terminó con la expulsión de Adolfo Zaldívar.
La implacable medida de Soledad Alvear de terminar de una vez por todas con la casa de remolienda en su partido
donde el colorín era el mayor promotor con sus votaciones alineadas con la derecha- dejó a la DC sumida en un complejo momento a diez meses de las municipales y a dos años de las parlamentarias y presidenciales.
La gran pregunta es cuánto lesionará electoralmente a la DC la creación del nuevo referente con el que amenaza Zaldívar y cómo aportillará desde esa vereda a la postulación presidencial de Alvear. Mientras, la disputa se ha centrado en cuántos colorines se irían con Zaldívar a su nueva aventura política.
Hasta ahora sus aliados históricos, la dupla de abogados Hernán Bosselin y Ramón Briones, anunció que no se sumará a dicho movimiento, lo que deja en un buen pie a la directiva, pues ambos juristas constituían una suerte de estrategas de Adolfo. El plan alvearista, entonces, debiera ser no hostigar a los colorines, sino acogerlos y el mejor acurruco son los cupos parlamentarios que están en definición.
Lo que ya está despejado es la membresía que Zaldívar adquirió al sumarse a la bancada independiente con Carlos Cantero, Carlos Bianchi y Fernando Flores, que suman cuatro senadores. Comparado con los cinco de la DC, su poder será cada vez mayor a la hora de votar los proyectos clave como la reforma previsional o las platas para el Transantiago.
Desde esa trinchera, el colorín proyecta posicionarse como el poseedor de la llave mágica legislativa, pero también tendría en mente la constitución de una alianza estratégica entre católicos conservadores y populistas, encabezados por Joaquín Lavín. Los halagos entre ambos han ido y venido en estos últimos días, por lo que no es descabellado pensar en un eventual quiebre del ex alcalde con la UDI para crear junto a Zaldívar el Partido Popular.
El objetivo no solo perjudicaría a la Concertación, sino también desbancaría la opción de Piñera. Si eso llegara a concretarse, la suerte electoral de Soledad Alvear podría estar en problemas. Y "el virus colorín" tal vez la atacaría nuevamente como en la Navidad pasada.
Los paladines del trabajo decente
Investido como obispo auxiliar de Concepción en los años duros, Alejandro Goic visitó los campamentos mineros de Lota, donde los trabajadores del carbón reclamaban mejoras en sus sueldos. Su acercamiento al mundo sindical en plenos ochenta le hizo figurar entre los "curas rojos" para el régimen de Pinochet. Una de esas familias mineras era la de Cristián Cuevas Zambrano, vinculado en ese entonces al PS.
Más de 20 años después, a mediados de 2007, estalló el conflicto entre Codelco y miles de subcontratistas mineros agrupados en la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), liderada por un carismático Cuevas, que se saltó a las gastadas cúpulas sindicales y logró instalar el problema de los trabajadores en la agenda nacional.
El 18 de julio, en su calidad de obispo de Rancagua (la división El Teniente fue epicentro del conflicto), el presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, escribió una carta en la que pidió "avanzar en el tema de la negociación colectiva en régimen de subcontratación". Días después se transformó en el mediador que permitió acabar con la paralización, que se extendió por 35 días.
Cuevas, hoy de filiación comunista, se refirió al obispo como "un hombre noble y sabio", generando una alianza entre la izquierda y la Iglesia que no se veía desde la dictadura. Goic, en tanto, lograba devolver a la Iglesia el protagonismo perdido, opacando al cardenal Francisco Javier Errázuriz. A los pocos días del paro en Codelco, el obispo dio una entrevista a Canal 13 donde patentó el concepto de "sueldo ético", generando suspicacias en el mundo empresarial e incluso la respuesta airada de la senadora Evelyn Matthei, quien lo acusó de no "saber nada de economía".
No importó, porque la misión ya estaba cumplida. Goic, convertido en el emblema de la "nueva Iglesia", fue ratificado como representante de sus pares al mando de la Conferencia Episcopal.
Cristián Cuevas, por su lado, se levantó como el sindicalista más influyente del movimiento y ambos dejaron instalado el tema de las condiciones laborales y el "trabajo decente", un asunto que ha salpicado hasta el interior del Gobierno.
Naty versus Julián
Uno de los videos del año en Youtube fue sin lugar a dudas el de "Wena Naty". De hecho, si uno recurre a Wikipedia puede leer la siguiente definición de Wena Naty: "Conocida en España como Labios de Ángel, es el título de una trilogía de videos amateur de corte sexual, tipo Candy softcore, muy difundida por la red. En el más famoso se muestra a Natalia González Tapia, una adolescente chilena, teniendo sexo oral".
Este video escandalizó a la hipersensible sociedad chilena, pero por otra parte alcanzó a ser visto por 100 mil personas. Todas escandalizadas por la chica impúdica de un conspicuo colegio de La Reina, de donde fue expulsada. Pero nadie tuvo en cuenta que estábamos ante una menor de edad, cuya imagen no podía ser exhibida, ya que la ley es clara en este sentido. El colegio, en vez de sancionarla, debió haber defendido a su alumna y sus derechos, entablando una querella contra todos los que resultaran responsables.
¿Pero qué hubiera pasado si este colegio hubiera actuado como Chilevisión? Recordemos el incidente para los desmemoriados. Los animadores de "Primer plano" están siendo grabados por Pamela Díaz, mientras aguardan a Carola Julio. Y Julián Elfelbein dueño de la productora Chilecorto, mayor de edad se despacha uno de esos comentarios que inevitablemente hace recordar al Profesor Rossa y Guru Guru: "Te gusta que te metan el kojak en la raja".
Pese a que Carola Julio es la esposa del dueño de la productora para la que trabaja Elfelbein, Broadeyes, Chilevisión le puso paños fríos al asunto. En otras palabras, cuidó la imagen del conductor y productor de TV por una razón básica: Elfelbein es un producto del canal, que a su vez entrega otros productos a través de Chilecorto, como "Show de goles", "Allá tú" y "Postales de Chile", por lo que no podían darse el lujo de actuar de otra manera. Castigar a Elfelbein era hacerlo con la imagen del propio canal de TV, y ese haraquiri no podía permitirlo Jaime de Aguirre, director ejecutivo de la televisora.
En este punto vale la pena preguntarse por qué el colegio de Naty, teniendo en cuenta su edad, no la protegió como hizo Chilevisión con Elfelbein, si ambos "delitos" estaban basados en la imprudencia de tener sexo en público, por un lado, y de garabatear a una colega, por el otro.
Ambos actos en verdad no importan, lo que de verdad importa es la actitud que tomaron dos instituciones frente a un acto similar. Lamentable resulta comprobar que Naty en un canal de TV hubiera estado más protegida que en su colegio. Y por otra parte, si Julián hubiera estado en el colegio de Naty hubiera sido expulsado con recomendación de no ser admitido en ningún otro colegio, y tal vez no hubiera llegado a ser lo que es.
El "Bichi" Borghi vs. el "Loco" Bielsa"
Sus nombres empiezan con "B", son argentinos de nacimiento y, por ahora, con residencia en Santiago. Ganan bien, muy bien para ser precisos, y están claramente excedidos en el peso. Es la escueta lista de similitudes entre los dos entrenadores que marcaron la pauta durante el 2007, uno a cargo de Colo Colo, Claudio Borghi, y el otro de la selección chilena, Marcelo Bielsa.
Lo demás son sólo diferencias, partiendo por el origen mismo de sus vidas, ya que mientras uno creció haciendo frente a las carencias materiales, según lo ha dicho el propio Bichi, el otro se crió en el seno de una familia pudiente, culta e influyente de Rosario.
El primero posee un carisma tal que se dio el lujo de ser el primer extranjero en coronarse "rey huachaca" de nuestro país, en tanto el segundo es socialmente hosco y rehúye la exposición pública.
Como futbolista, el DT albo vivió la gloria. Fue campeón del mundo y sus rabonas pasaron a la posteridad. El estratego rojo pasó sin pena ni gloria por las canchas y al final advirtió que su lugar estaba al lado de afuera de la línea del lateral.
Los encuentros del Bichi con la prensa, muy frecuentes, hacen reír al más apático con sus hilarantes salidas; en cambio, las contadas veces que el Loco se reúne con los medios, sólo cuando la situación lo amerita, suelen ser largas jornadas recargadas de frases sesudas y elaboradas, aunque no carentes de interés. Uno dice lo que piensa y el otro piensa lo que dice.
Los dos son compatriotas y obviamente se conocen, pero amigos no son, más bien se puede decir que la comunicación entre ellos es inexistente. Pero lejos están de odiarse, más bien se ignoran, lo que es posible ya que cuando uno de ellos está en la palestra, el otro inevitablemente está en la sombra. Sólo se cruzan cuando una figura alba no es convocada a la Roja, generalmente Arturo Sanhueza, o cuando en el Monumental estiman que fueron muchos los convocados, como en el último llamado de cara a la gira por Asia en enero.
Así como este año acapararon miradas, el próximo año seguirán topándose, aunque nadie puede asegurar que los dos lleguen a fin de año.
sábado, 5 de enero de 2008
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