Miércoles 20 de febrero de 2008
Fiscal de distrito de Dallas, Estados Unidos
Una de las sorpresas de la colección es un contrato para un negocio fílmico sobre la muerte del ex Presidente estadounidense en noviembre de 1963.
LESLIE EATON
The New York Times
DALLAS.– El asesinato del ex Presidente John F. Kennedy -un momento definitorio en la historia estadounidense y un tema de debate de nunca acabar entre los teóricos que respaldan una conspiración- volvió al centro de la noticia por un momento esta semana, después que el lunes el fiscal de distrito de Dallas revelara el contenido de una caja fuerte guardada en secreto por más de 40 años.
En su interior había ropa que usó Lee Harvey Oswald; una pequeña funda de pistola de cuero labrada que perteneció a su asesino, Jack Ruby; y cantidades de viejos documentos arrugados, escritos a máquina. Pero nada que probablemente fuera a resolver la antigua disputa sobre la muerte del Mandatario.
Quizás la pieza más curiosa era lo que parecía ser una transcripción de una conversación que Ruby tuvo con Oswald en el club nocturno del primero, el Carrousel, en la que traman la muerte de Kennedy para satisfacer a los jefes del crimen organizado.
Pero el diálogo, para nada natural, se lee como el guión de una película, y bien pudo ser. Por ejemplo, Ruby responde a la sugerencia de Oswald de que maten al Presidente con la frase: "Pero eso no sería patriótico".
La colección de material relacionado con el asesinato fue reunida por el ex fiscal de distrito, Henry M. Wade, quien procesó a Ruby y continuó en el cargo hasta 1987. Wade murió en 2001.
Una de las sorpresas en la colección fue un contrato para un negocio fílmico sobre el asesinato, con la firma de Wade, indicó Craig Watkins, que asumió como fiscal de distrito en 2007. Watkins dijo que no sabía si la trascripción era parte del filme ni por qué éste nunca se hizo.
Un experto que escribió un libro sobre el asesinato, Max Holland, manifestó que la trascripción parecía estar basada en una afirmación desacreditada hace mucho tiempo que hizo un abogado de Dallas llamado Carroll Jarnagin, quien aseguró que él y una desnudista habían visto a Oswald y Ruby juntos y habían oído por casualidad la discusión. "Es una maquinación", precisó Holland, y agregó que Oswald y Ruby no se conocían.
El informe de la reunión fue desacreditado por la Comisión Warren, la que después de una extensa investigación concluyó que Oswald fue un pistolero solitario, no el participante de una conspiración.
Los documentos no han sido examinados por expertos independientes, e incluso su equipo aún no lee gran parte del material, explicó Watkins. Una vez que el material sea catalogado y se analicen las imágenes en computadora, todo se donará a un museo y estará a disposición del público, indicó. Las posibilidades incluyen el Smithsoniano, en Washington, y el Sixth Floor Museum, en Dallas, en el ex Texas School Book Depository, desde el cual Oswald disparó contra la caravana de Kennedy.
Watkins, el primer fiscal de distrito negro en Texas, dijo que estaba dando a conocer el material en parte debido a la ventana que proporcionaba hacia el racismo del pasado. El material "nos lleva de vuelta a 1960 y al clima no sólo de nuestro sistema de justicia penal, sino de nuestro país con respecto a la raza", señaló.
Además de la trascripción, exhibió dos juegos de manoplas que pertenecían a Ruby y una carta del FBI al jefe de policía de Dallas, la que sostenía que la hermana de Ruby aseguraba que su familia había obtenido de algún modo un informe policial sobre los preparativos para la visita de Kennedy a Dallas.
Oswald fue arrestado por dar muerte a tiros al Presidente el 22 de noviembre de 1963. Dos días más tarde, Ruby mató a tiros a Oswald. Fue condenado por asesinato, pero ganó una apelación. Murió de cáncer en 1967, antes que el caso fuera visto nuevamente.
La decisión de dar a conocer el material recibió los elogios de Gerald Posner, abogado y experto en el asesinato de Kennedy, quien precisó que aun cuando la trascripción resultara ser falsa -"más de entretención que de esclarecimiento", como él lo expuso-, los historiadores probablemente se beneficiarían con ver los documentos contemporáneos relacionados con la investigación.
No importa lo que contengan, precisó Posner; era casi seguro que los documentos alimentaran las teorías de conspiración. "Y si resulta que son inocuos -agregó-, la gente dirá que deben haber destruido los documentos más incriminatorios".
‡ El museo del sexto piso
El Sixth Floor Museum, lugar desde donde Oswald disparó contra Kennedy, es visitado por alrededor de 500 personas al día. Su directora dijo que estaría encantada si el fiscal entrega la colección al museo. Dentro del edificio es posible ver la pieza en la que se efectuó el mortal disparo. Sin embargo no se puede entrar a ella ya que está protegida por una pared de vidrio. Sin embargo, permanecen las mismas cajas de libros, el mismo suelo de madera, la misma lámpara de techo. En la pagina web del museo es posible tener la misma perspectiva que tuvo Oswald.
El fiscal Craig Watkins señaló que los documentos no han sido examinados por expertos independientes; sin embargo, una vez que todo el material sea analizado se pondrá a disposición del público.
Foto:ASSOCIATED PRESS
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