viernes, 29 de febrero de 2008

"El contralor debe estar preocupado al entrar en la arena política"

Domingo 24 de febrero de 2008

El contraataque de Alejandro Traverso:
"El contralor debe estar preocupado al entrar en la arena política"


MAURICIO CARVALLO

En cuatro factores "que precipitaron mi terrible salida" descansa la defensa de Alejandro Traverso (PS), quien tenía a su cargo la transferencia de 700 mil millones de pesos a los colegios subvencionados:

a) Un desorden administrativo "que hoy no existe".

b) "Corrupción o dolo" por un monto "no mayor" a 34 millones de pesos. Dice que "cualquier otra cifra está debidamente respaldada, pero también me voy por mi responsabilidad política en lo que ocurrió".

c) El papel del ex auditor ministerial Hernán Ortiz, a quien acusa de magnificar el problema quizás por "motivos políticos".

d) La profunda discrepancia en los métodos y resultados de la investigación entre el Gobierno y la Contraloría General de la República.

En su modesta casa en Peñalolén, donde se queja del acoso día y noche de la prensa, Traverso volvió a fumar y, entre cigarrillo y cigarrillo, quiere pasar al contraataque.

Reitera que "las cifras dadas como irregularidades -los $260 mil millones que trascendieron desde la Contraloría- no tienen ningún asidero", y desafía a que "el contralor nunca las certificará mediante una auditoría oficial".

Explica que cuando él llegó el año 2000 a la Seremi, hubo problemas con la conciliación bancaria de una cuenta, por la cual pidió una auditoría en 2001, "porque yo soy profesor, pero no contador". Entonces, dice, creó la Unidad de Auditoría Interna, que encontró problemas para cuadrar las cifras en la Unidad de Contabilidad y Tesorería. En 2004 la auditora Alejandra Palominos sostuvo que esas 11 reconciliaciones bancarias se habían regularizado totalmente.

-Todos los informes que tuve sobre mi escritorio avalaban que todo estaba regularizado hasta febrero de 2006- dice. Y agrega que con el cambio de Gobierno, "en un preinforme, que es confidencial, un auditor interno advierte que una cuenta no estaba conciliada. En el proceso que se inició para ponerla al día, empieza a actuar la ley de Murphy: se produce un desastre completo".

Recuerda que Palominos salió con permiso pre y post-natal (que continúa hasta hoy) "y me quedé sin jefe". A eso se sumó la llegada del auditor Hernán Ortiz, contratado por el entonces ministro Zilic:

-Entregaba cifras, de miles de millones, que no tenían que ver con la realidad. Me entraron sospechas de que se nos estaba desordenando adrede el manejo financiero contable, pese a nuestras medidas".

Y acusa: "Ortiz nos seguía multiplicando el problema por líneas laterales. De manera artificiosa, los temas que tenía que resolver no llegaban a ninguna parte. Había abierto todas las cuentas, y en todas aquellas que teníamos bien conciliadas había problemas. No descarto que el propósito era armarle un lío al Gobierno y a la Concertación. Comuniqué a las autoridades que no le daría más información y lo dejé stand by a fines del 2006".

Afirma que en ese momento el BancoEstado devolvió a la Seremi un cheque por $58 millones que necesitaba refrendarse, debido a una enmendadura. Estaba dirigido a la sostenedora Gladys Audala, cuyo nombre aparecía en los cheques duplicados. "Era un robo, y le pedí ayuda a la ministra. El propio jefe de presupuestos del ministerio se puso a trabajar en la Seremi. Se concilió todo".

Reconoce que ello se realizó "sobre la base de un desorden administrativo, cuya gravedad no estoy en condiciones de calificar. Por lo tanto, reconstruir toda la historia para atrás fue un trabajo de tres meses".

El ministerio cerró el tema el 30 de septiembre de 2006 mediante un informe que envió a la Contraloría.

-Puede ser una casualidad, pero poco tiempo después nos cayó una auditoría "rutinaria" de la Contraloría a la cuenta de subvenciones. Se hicieron fiscalizaciones conjuntas a determinados colegios que encontraron diversas irregularidades de responsabilidad de la Seremi: duplicidades de matrículas, asistencias adulteradas, alumnos promovidos y reprobados dos veces, etc.

Él mismo redactó el informe de respuesta al órgano contralor. "En un informe confidencial, el 23 de enero de este año, la Contraloría hace alcances muy severos sobre la cuenta de egresos y el pago mediante cheques manuales. Le entregamos completa nuestra base de datos, pero decidió revisar pago por pago dentro de la Seremi. En el informe final la observación no existe: se entiende que se dio por satisfecha".

Para él, será interesante ver cómo la Contraloría fundamentará su fallo. "Porque necesariamente tiene que hacerlo según los datos oficiales. Uno de ellos es un documento firmado por la ex subsecretaria Pilar Romaguera, que establece que las cifras están respaldadas y que reduce las cifras".

Para Traverso, "el contralor debe estar preocupado al verse envuelto en una polémica y entrar en la arena política... Es de público conocimiento que Ortiz tiene muy buenas relaciones con la Contraloría. Entiendo que en algún momento trabajó allí y su hermano es jefe de división. Pueden existir relaciones que, más que favorecer estos procesos, han terminado oscureciendo su transparencia".

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