Domingo 3 de febrero 2008.
Con dos victorias a su haber -en Iowa y Carolina del Norte-, el crucial apoyo de la familia Kennedy y el retiro de John Edwards, la popularidad del senador demócrata por Chicago parece estar en su punto más alto, justo cuando se acerca el momento crucial de la elección. Seis destacados chilenos residentes en Estados Unidos -Mariano Fernández, Ignacio Walker, Diamela Eltit, Elizabeth Subercaseaux, Arturo Valenzuela y Jorge Schaulsohn- quisieron entrar al ruedo y hoy analizan el futuro del candidato negro.
Fernando Vial y Matías Bakit
El miércoles 9 de enero, el senador Barack Obama vivió el que, hasta ahora, ha sido el momento más complicado de su carrera a la Casa Blanca: la inesperada derrota en las primarias del Partido Demócrata del estado de New Hampshire, que parecía tener en el bolsillo.
"Quedamos perplejos. Todas las encuestas decían que íbamos a ganar, y algo pasó en las últimas 24 horas", dijo un asesor del candidato afroamericano.
Pero Obama no dejó que eso lo deprimiera. Sin perder tiempo, al día siguiente el joven líder demócrata partió raudo a su cuartel general de calle Michigan, en Chicago, Illinois, donde se reunió con su equipo de colaboradores, y les dijo: "Están haciendo un trabajo excelente".
De ahí en adelante sólo ha sabido de victorias. Su fenómeno no deja de crecer, pese a que se ha visto obligado a suavizar el tono en los debates contra Hillary Clinton frente a la pérdida del voto femenino.
Por ejemplo, a principios de la semana obtuvo el importantísimo apoyo de la dinastía Kennedy, que viene a legitimar las múltiples comparaciones que se han hecho entre Obama y estilo de JFK. Asimismo, su amplia victoria en Carolina del Norte ratificó que tiene asegurado el voto negro.
Cada vez son más los actores y actrices que apoyan la candidatura del senador por Illinois. Cada vez son más los jóvenes que caen rendidos ante su oratoria y ante su estilo cercano. Su nombre es cada vez más buscado en Internet. Ahora, resta saber si la popularidad se verá reflejada en resultados. En otras palabras, la pregunta es si ¿es real o no el fenómeno Obama? La respuesta probablemente será dada a conocer luego de las votaciones en 22 estados en el "Súper Martes" (ver recuadro). Igualmente, destacados chilenos residentes en EE.UU. se atreven a analizar el fenómeno.
"Lo de Obama no es una campaña; es un movimiento que no se veía desde los Kennedy", dice la periodista chilena radicada en Nueva York, Elizabeth Subercaseaux.
A sus 46 años, el senador por Illinois ha experimentado una vertiginosa alza de popularidad, siendo el único precedente lo ocurrido en 1990 con el reverendo negro Jesse Jackson, quien compitió con el padre del actual Presidente de Estados Unidos, George Bush.
La clave del "fenómeno Obama" está basada en que representa un cambio en la política tradicional norteamericana. Según la periodista chilena, con Obama sería el fin de los denominados "baby boomers", aquellos políticos surgidos en los años 60, entre los que Hillary y Bill Clinton serían representantes destacados.
"Es el tema del desgaste del 'establishment' de Washington D.C., de la vieja política y el sentido dinástico que ha adquirido (los dos Bush y los dos Clinton llegarían a completar 16 años en la Presidencia). La gente quiere cambio, caras nuevas y estilos nuevos", asegura el ex canciller Ignacio Walker, quien actualmente dicta clases en la Universidad de Princeton.
El electorado norteamericano ve en la figura de Obama a un candidato inteligente, culto, una persona que comunica de manera brillante sus ideas, pero más importante, un hombre cercano y carismático, la misma imagen que representaba el asesinado ex Presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, y muy lejana a la que proyecta actualmente Hillary.
Para el secretario general de ChilePrimero, Jorge Schaulsohn, quien viaja continuamente a atender su oficina de abogados en Nueva York, Obama "no sólo es el candidato de los demócratas, sino de la unidad; es un genuino 'outsider' ".
Según él, en una encuesta realizada hace pocos meses en Estados Unidos, el 60% de los republicanos dice tener una buena opinión del candidato negro demócrata. Mientras que, en el mismo sondeo, Hillary obtuvo un 15% de aprobación.
Por ello es que los expertos políticos de Estados Unidos creen que el electorado norteamericano estaría tan dividido que el grado de aceptación que presente un candidato en el partido opuesto puede llegar a ser decisivo para alcanzar la Casa Blanca.
"La apelación de Obama a la unidad ha encontrado un tremendo eco en la ciudadanía. Los estadounidenses están cansados de la división entre 'blue and red states' (demócratas y republicanos, respectivamente)", dice Ignacio Walker; tanto que los principales medios de comunicación del país del norte estarían especulando respecto de un posible cambio en el sistema electoral, hacia algo más universal.
Pero los norteamericanos también estarían cansados de lo que se llama "politics as usual" -agrega el ex canciller-, que sería algo así como más de lo mismo.
Por ello es que Obama ha ganado popularidad en sectores muy diversos de la sociedad norteamericana.
"Aunque es afroamericano, nunca ha utilizado la carta racial en su campaña", cuenta Schaulsohn, cosa que según los analistas habría sido la clave de su victoria en el estado de Iowa -lugar con el 97% de población blanca-, donde se llevó a cabo la primera etapa electoral el jueves 3 de enero.
Sin embargo, no ocurriría lo mismo con su propia raza.
La escritora chilena radicada en Nueva York, Diamela Eltit, asegura que "Obama no cuenta con la adhesión de toda la comunidad negra porque no representa su historia, no proviene de la segregación y de la esclavitud. Su pasado no corresponde al del pueblo afroamericano", refiriéndose a la situación acomodada en la que creció el candidato.
Aun así, la periodista Elizabeth Subercaseaux afirma que en los años venideros "todos (los norteamericanos) se van a preguntar: '¿Dónde estabas tú cuando salió electo el primer Presidente negro?' ".
Pero aún no tendría cautivo el voto de las demás minorías étnicas, especialmente la latina, debido a que la mayoría de origen cubano ha votado tradicionalmente por el Partido Republicano. Es más, fue George W. Bush, actual Presidente de Estados Unidos, el primero en conquistar con éxito a los electores hispanoparlantes. Y en ese contexto, el progresista Obama "estaría preocupado, porque las encuestas muestran que existe una gran mayoría a favor de Hillary en el mundo latino", dice el ex asesor chileno de Bill Clinton, Arturo Valenzuela.
La razón de esto es que pese a ser candidata demócrata, la ex Primera Dama es considerada la más cercana al mundo republicano de su colectividad.
"Obama y sus ancestros africanos y musulmanes no han logrado calar en el corazón latino", agrega Valenzuela.
Por el momento no hay nada decidido aún, pero podría resolverse a partir de este martes.
A principios de la semana obtuvo el importantísimo apoyo de la dinastía Kennedy, que viene a legitimar las múltiples comparaciones que se han hecho entre Obama y estilo de JFK
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