Domingo 2 de marzo de 2008
Los US$ 75 millones que entrega están en juego ante las deficiencias del programa:
Chilecalifica, en la mira del Banco Mundial
A pesar del perdonazo a Alejandro Traverso, el escándalo que afecta al Mineduc está lejos de haber terminado. El Banco Mundial tiene los ojos puestos en Chilecalifica y -recién enterado de que recibió informes incompletos- advierte que tiene una "política de tolerancia cero en casos de mal uso de recursos provistos por la institución".
Moisés Ávila y Felipe Valenzuela
Las investigaciones sobre presuntos malos manejos de los fondos del Estado en materia educativa, y que actualmente están bajo la lupa de la Contraloría General de la República, no sólo han despertado preocupación en Chile.
Las alarmas también han sonado en el Banco Mundial (BM), organismo internacional que colabora con el 50% de los fondos para el financiamiento de Chilecalifica, programa de capacitación que maneja un presupuesto de US$ 150 millones, y sobre el cual pesa una serie de cuestionamientos que pueden amenazar la confianza de su principal auspiciador.
El 3 de julio de 2006, los propios auditores del Mineduc efectuaron una investigación al Programa de Nivelación de Estudios para Adultos, que realizó la Seremi metropolitana, en ese entonces a cargo del hoy renunciado Alejandro Traverso. Se hicieron 12 observaciones. La última es la más grave: hasta abril de 2006, el programa no había logrado justificar el desembolso de 393 millones 591 mil pesos.
Para los fiscalizadores faltaba "información contable completa, fidedigna y oportuna", hecho que, de acuerdo con los propios auditores, no permite detectar errores u omisiones contables y puede "eventualmente ocultar un desfalco" en las arcas públicas, y hasta originar un sobregiro de las cuentas del Estado para estos programas.
Estos detalles fueron puestos en conocimiento tanto del Ministerio de Educación como del propio Traverso, y del director nacional de Chilecalifica, el socialista Ignacio Canales. A casi dos años de este hallazgo, el subsecretario de Educación, Cristián Martínez, asegura que todos los montos ya han sido debidamente respaldados.
Sin embargo, la Contraloría aún no ha dado a conocer su conformidad. Incluso, esta semana un grupo de sus especialistas "se tomó" el Mineduc para revisar una a una las cuentas denunciadas.
A todos estos cuestionamientos se suma el ya famoso caso del pago de cheques clonados desde las cuentas de Chilecalifica por $23 millones, tema que está en manos de la fiscalía.
En regiones, el tema sigue. Coquimbo arrastra desde hace dos años un sumario interno -que todavía no da frutos- para esclarecer contrataciones en Chilecalifica de familiares de funcionarios y posibles malversaciones de fondos públicos.
Rancagua también ha dado que hablar, y aunque el Ministerio Público está buscando responsables por las 5 entidades ejecutoras que incurrieron en varios incumplimientos de contrato, aún no se ha podido esclarecer el destino de los $ 300 millones entregados a la Universidad de Rancagua que el ex seremi de Educación José Álvarez denuncia como irregulares.
Tolerancia cero
Respecto de las denuncias, el responsable del Banco Mundial para el programa Chilecalifica, Michael Crawford, recuerda que su institución tiene una política de tolerancia cero, "que aplica invariablemente en caso de mal uso de recursos que entrega la institución".
Junto con resaltar la labor que realiza la Contraloría en la auditoría financiera anual del programa, precisa que, hasta el momento, "los reportes de los auditores indican una buena ejecución del programa y del cumplimiento de las normativas del Banco", y que las observaciones no han implicado cuestiones sustanciales sobre la rendición de cuentas o irregularidades en el uso de recursos".
No obstante, y puesto al tanto de las denuncias recientemente difundidas, lanza la advertencia: "Una vez que la Contraloría emita su informe sobre la Seremi Metropolitana, y en caso de que dicho informe implique irregularidades respecto de recursos transferidos desde Chilecalifica, el Banco Mundial tendrá que definir un curso de acción consistente con nuestras políticas".
El caso podría ser grave, ya que -según el informe N° 28 emitido por la Contraloría el 2 de mayo de 2006- por no haber obtenido un estado de situación financiero-presupuestario para la IV Región, "no es posible emitir y no se emite opinión alguna sobre los estados financieros al 31 de diciembre de 2005". Es decir, se le entregó un informe parcial al Banco Mundial.
En Chilecalifica dicen que "no existen desórdenes al interior del programa" y que están "tranquilos", ya que las auditorías ordenadas por el Banco Mundial y la Contraloría no han revelado problemas. Es por esto que Ignacio Canales ha preferido dejar las declaraciones en manos del subsecretario. Su silencio no es una novedad para los cercanos al organismo.
El mutismo del director
Julio de 2006. El entonces auditor ministerial del Mineduc, Hernán Ortiz, entraba al despacho del director nacional de Chilecalifica para hacerle notar 27 observaciones a la gestión en la Región Metropolitana en 2005 y 2006. Mientras le explicaba punto por punto sus reparos -ante un absoluto silencio del director-, le viene a la memoria el anterior encuentro que habían tenido, cuando le informó que iba a realizar la auditoría.
"Me dijo que poco menos que estaba dando la hora, porque la Contraloría ya lo había auditado. Uno ya tiene un sexto sentido cuando ve estas resistencias", recuerda el ex auditor, hoy convertido en una de las piezas clave en el escándalo que ha rodeado a Chilecalifica y a las subvenciones del Mineduc.
Días después se enteró de que Canales había contactado a la ministra de Educación, Yasna Provoste, para decirle que todas sus apreciaciones eran falsas. Ortiz, sorprendido porque Canales no se lo dijo directamente, habló con la ministra y logró, luego de varias semanas, una reunión con él. Según Ortiz, en ese encuentro Canales admitió que él estaba en lo correcto, pero no hizo nada.
En la misma fecha, el entonces seremi de Educación de la VI Región, José Álvarez, sostuvo una reunión para informar que denunciaría ante el Ministerio Público varias irregularidades en Chilecalifica. Asegura que la entonces subsecretaria Pilar Romaguera y la jefa de gabinete de la ministra lo apoyaron plenamente. Pero Canales y el abogado jefe del Mineduc, Rodrigo González, se opusieron.
"Canales y González decían que no era conveniente hacer la denuncia por las repercusiones que podía traer en la opinión pública. Ellos pensaban que era mejor resolver el problema internamente. Por suerte no se hizo así", cuenta Ortiz.
Otro ex seremi de Educación, que prefiere mantener su nombre en reserva, dice que en las reuniones con los otros seremis se comentaba el enorme poder que tenía Canales. Incluso, había rumores de una llegada directa con la Presidenta. "Si uno intentaba ordenar las cosas en la región, eran líos seguros con él. Simplemente cortaba las comunicaciones y era imposible contactarlo. Para este funcionario, las irregularidades recién se están empezando a desentrañar y el director de "chilemortifica" -como se le conoce en el Gobierno- es una pieza clave.
En las reuniones de los seremis se comentaba el enorme poder que tenía Ignacio Canales, el silencioso director nacional de Chilecalifica. Incluso, había rumores de una llegada directa con la Presidenta.
Viejos tiempos
En octubre de 2006 la Presidenta e Ignacio Canales mostraban los avances de Chilecalifica. En la trastienda, las auditorías llevaban más de tres meses alertando, sin ser escuchadas, las irregularidades
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