Domingo 16 de marzo de 2008
Ministro de Interior, Edmundo Pérez Yoma:
"¡Por favor, paremos esto! Vamos por una pendiente muy peligrosa"
El Jefe de Gabinete, inquieto por el clima político reinante, estudia reformas al sistema actual: más transparencia, que el Servicio Electoral maneje el padrón electoral de los partidos y que los estatutos también sean fiscalizados por ese organismo, entre otras medidas.
Raquel Correa
Con un resfrío de los mil demonios, el ministro de Interior -aunque recién llegado- no se pierde en La Moneda. Una casa que conoce desde niño, a la que iba con su abuelo, sus padres y hermanos y donde está de ministro por tercera vez.
Más serio que de costumbre y nada leso -son reconocidos tanto su talento político como su buen humor y mal genio-, Edmundo Pérez Yoma habla con franqueza en esta su primera entrevista desde que asumió, aunque, a ratos, sus silencios o sus risas dicen más que sus palabras.
En los muros de su despacho está su vida en fotos. Su mujer (Paz Vergara), sus seis hijos, y varios de sus 14 nietos que pronto serán 16. También las fotos de su padre en carroza como ministro, escena que repitió años después él con Frei Ruiz-Tagle.
Cuando le rindieron honores de Vicepresidente "inmediatamente se me vino el recuerdo de mi padre", asesinado por extremistas de izquierda. Ministro de Defensa en dos períodos, embajador en Buenos Aires, Cónsul en Bolivia, hurgando en los grandes momentos de su vida, no vacila:
-Haber instalado la "Mesa de Diálogo" es lo más importante que he hecho en mi vida política... hasta hoy. Cuando nos sentamos por primera vez con las FF.AA. y Carabineros, representantes de la sociedad civil y abogados emblemáticos de derechos humanos, para tratar un tema tan doloroso para todas las partes, sentí una emoción muy fuerte.
-¿Qué momento, con Pinochet de Comandante en Jefe, fue el más complicado?
-Cuando, con Jorge Burgos, fuimos a reunirnos con los generales al Club Militar a petición de Pinochet, porque la Justicia había ordenado la detención de Contreras. Algunos -eran más de 40- sostenían que un general no podía ir a la cárcel. Les expliqué las razones por las cuales Contreras tenía que ir, sí o sí, porque lo ordenaba la justicia, que estábamos obligados a cumplir la ley y ellos también. Fue impactante, extraordinariamente complejo.
-Con su llegada al Gabinete, ¿el Gobierno está tomando el Ritalín que le recetó para el "déficit atencional"?
-Al equipo político de La Moneda le costaba mantener su agenda, la oposición le imponía con facilidad su agenda mediática. Los ministros de La Moneda deben mantener la agenda propia y no ser distraídos. Por eso les receté Ritalín. Debemos tratar de tomar Ritalín todos los días.
-Dijo que Zaldívar era "un tumor que hay que extirpar". ¿Cómo se entenderá con él ahora?
-Me entendí con Pinochet y no voy a poder entenderme con Adolfo. Las relaciones con el Senado son institucionales.
-¿No cree que expulsarlo fue un error político?
-Fue inevitable. Él buscaba ser expulsado. Se le dieron todas las chances. Prácticamente fue una autoexpulsión.
-Él dice que lo echaron por actuar en conciencia.
-Puede decir lo que quiera, pero los partidos políticos son asociaciones de hombres libres que se unen para actuar en conjunto.
-¿Es verdad que usted prefería que Yasna Provoste renunciara antes de ser expulsada?
-El comité político se reúne y analiza las situaciones. Tratamos de llegar a consenso. Una vez que se logra, uno va donde la Presidenta y le informa lo que piensa el comité político. Al final, ella decide y todos nos ponemos detrás.
-Pero ¿no fue un error...?
-Le pido específicamente consignar que me negué a responder esa pregunta: en un proceso de toma de decisiones, las opiniones personales de cada ministro no valen. Lo que vale es la decisión del Gobierno. Espero que la Alianza recapacite y los parlamentarios lleguen a una conclusión de acuerdo a los antecedentes.Los tres roles de Bachelet
-En 2003, refiriéndose a Lagos, dijo: "la tarea que tiene el Presidente como jefe de la coalición es guiarla". ¿La Presidenta la está guiando?
-El rol de Presidente de Chile es triple: jefe de Estado, jefe de gobierno y jefe de la coalición. Es muy difícil cumplir los tres simultáneamente. Cada Presidente debe buscar el sano equilibrio. En el rol de Jefa de Estado, ella tiene todas las atribuciones. En el de gobernar, es asesorada por su equipo político. Un buen o mal gobierno no depende sólo de ella, sino también de la capacidad de su equipo. Lo mismo pasa en el rol de jefe de gobierno. Cualquier falencia en esos dos últimos debe atribuirse mucho a su equipo político.
-¿Ella privilegió la idea de "gobierno ciudadano" y dejó a un lado a los partidos?
-Al equipo político actual le gusta trabajar con los partidos, sin perjuicio de estar abiertos a las sociedades intermedias. Para nosotros, el rol de los partidos -tanto de gobierno como de oposición- es fundamental. Los partidos están en crisis. Espero que en los próximos meses se arreglen. Tres están en proceso electoral. La DC ya resolvió su problema.
-¿Lo está haciendo bien Soledad Alvear?
-Me interesan liderazgos claros, y la Soledad obtuvo un respaldo notable. El PS y el PPD están terminando su proceso. El único que está ordenado es el Partido Radical.
-El más chico.
-Pero tiene una presencia muy importante. Cuando todos terminen sus procesos internos, será más fácil trabajar con ellos. Y, con los de la oposición, me gustaría retomar un diálogo civilizado en que, sin perjuicio de las diferencias, podamos ponernos de acuerdo en bien del país. ¡No puede ser que hoy la consigna implícita en la oposición sea sacar de una vez a esta gente del gobierno! No les hace bien a ellos, al Gobierno ni al país. Si entramos en acusaciones constitucionales, es una espiral que sabemos dónde empieza, pero no dónde termina.
-¿No cree que llegó la hora de la alternancia?
-La alternancia la deciden los electores. La fuerza de centro-izquierda es mayoría y seguirá siéndolo. La posibilidad de un quinto gobierno de la Concertación hoy se ve difícil, como se veía en la mitad del gobierno de Lagos, pero ganaremos las municipales y cambiará el clima político.
-¿En qué se basa?
-En mi ojo político. La posibilidad de un quinto gobierno de la Concertación es muy real.
-¿Con un DC?
-Yo creo que debiera ser un DC, que estamos muy bien posicionados. La posibilidad de un quinto gobierno de la Concertación está ahí, pero tenemos que renovar nuestros cuadros internos, cómo permitimos que gente joven se incorpore. Y eso se hace con cambios institucionales.
Clima político enrarecido
-¿Cuál es su plan estrella ahora?
-Mejorar el clima político. Observo con mucha preocupación que vamos por una pendiente, que el clima político se torna cada vez más enrarecido. Esto me recuerda mucho, muchísimo, tiempos que vivimos en las finales del gobierno de Frei Montalva y en el de Allende. Ese es un camino que no debemos recorrer: una vez que se empieza es muy difícil detenerse y todos sabemos las consecuencias que esto trae.
-¿Un golpe?
-Impensable hoy día. Terminaría en una pelea callejera, un desorden brutal, en la degradación de la política que caracteriza a la mayor parte de los países sudamericanos. Eso es fatal. Lo que ha permitido a Chile desarrollarse los últimos 20 años es una convivencia democrática con actores políticos respetuosos. Quiero hacer un llamado muy firme: ¡Por favor, paremos esto! Es legítimo tener opiniones diversas, pero vamos por una pendiente muy peligrosa.
-¿Cómo pretende superarlo?
-La posibilidad de acuerdos entre gobierno y oposición le ha hecho muy bien al país. El lunes inauguramos la reforma previsional, lo más importante que se ha hecho en materia social en los últimos 50 años, producto de un acuerdo entre oposición y Gobierno. No fue destacado suficientemente porque estamos en este clima de guerrilla política.
-Por eso -continúa- me interesa tanto la reforma de los partidos. Me gustaría terminar con el binominal, pero es ilusorio. Podemos introducirle ciertas reformas y en eso se ha avanzado bastante con RN para incorporar a los grupos que han quedado afuera. Hoy no hay transparencia en los partidos, no hay normas claras, los ciudadanos no están bien informados de su accionar. Llegó el momento de ponerlos al día.
-Usted que es el ministro "empoderado", ¿en qué quiere usar su poder concretamente?
-1) Cambiar el clima de confrontación. 2) Hacer más atractiva y transparente la política. 3) Mejorar la gestión del Gobierno. El año 90 el presupuesto era de unos US$ 6.000 millones. Hoy es 6 veces más, administrado básicamente con los mismos métodos y la misma cantidad de gente. Lo que pasa en Educación es una muestra de eso: ahí no hay corruptela ni robo, sino mala gestión.
-Estamos estudiando un proyecto de reforma de los partidos. Que los cargos de elección popular se elijan por primarias internas, que el padrón electoral de los partidos sea manejado por el Servicio Electoral, que los estatutos también sean fiscalizados por el Servicio Electoral.
-¿De acuerdo con limitar el número de repostulaciones?
-No. Si hay un buen senador y quieren reelegirlo, en buena hora. Pero hay que bajar las barreras para que alguien pueda competir con ese senador. Estos cambios -como celebrar primarias- implican un gasto enorme; por eso proponemos que haya financiamiento a los partidos para que puedan ejercer las labores que la ley les impone. Daremos los lineamientos básicos y estamos abiertos a todo tipo de sugerencias. Una democracia sana sólo funciona si tiene partidos políticos bien constituidos.
-También me preocupa resolver el problema de las etnias, largamente postergado. Rodrigo Egaña, comisionado presidencial, me dio el primer informe con una serie de medidas de fondo. Y tenemos el tema coyuntural de la sequía, un problema gravísimo que será cada vez peor. Tengo que ponerme de acuerdo con Cortázar -dice en broma- para que deje de rezar para que no llueva.
-¿A qué atribuye el apoyo transversal que tiene en la Concertación, especialmente en el PS?
-Cierto. Pero me siento apoyado por todos. Creo en este proyecto político. Soy profundamente concertacionista, aunque se me acusa de derechista. Creo en este sistema económico. En eso soy de los autocomplacientes.
-Dicen que Chile es el único país en que la DC es socia de la izquierda.
-No es así, pero si fuera así, ¿qué importa? Aquí funciona. Le ha dado gobernabilidad y estabilidad al país.
Definiciones:
-Soledad Alvear:
-Le han tocado dificultades como la expulsión de Zaldívar, pero la DC está detrás suyo.
-"Nuevo referente":
-Están en su derecho. Veremos en las próximas elecciones cuántos votos sacan...
-¿Pactos políticos con la Alianza o los "colorines"?:
-Privilegiamos hacer pactos con los partidos fuertes y organizados.
-Eduardo Frei:
-Fui su jefe de campaña, ministro, consuegro y amigo, pero desde hace tiempo no hemos estado en sintonía política. Eduardo es una carta presidencial muy potente para la DC. Con Soledad Alvear son las cartas más potentes.
-Agenda corta antidelincuencia sin incentivos reales a Carabineros:
-Carabineros e Investigaciones se han modernizado gigantescamente. Les daremos más presupuesto que el aprobado, para recursos técnicos.
-Represa de Aisén:
-Una de las fuentes energéticas más potentes son los recursos hídricos. Deben hacerse respetando las normas ambientales. El sur maravilloso está lleno de postes. No habrá ni uno más. Debemos tener una combinación de todas las fuentes de energía.
-Corrupción en Chile:
-Éste no es un país corrupto. Hay actos aislados: ha habido y seguirá habiendo. Lo importante es descubrirlos y sancionarlos. Tolerancia cero.
-Como empresario y político, ¿qué aconsejaría a Sebastián Piñera?
-No hago asesorías gratis -replica entre carcajadas.
-Eduardo Frei:
-Fui su jefe de campaña, ministro, consuegro y amigo, pero desde hace tiempo no hemos estado en sintonía política.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario