lunes, 7 de julio de 2008

Por Max Colodro, Adolfo, Frei y la DC en jaque

Domingo 6 de julio de 2008

Adolfo, Frei y la DC en jaque
La complejidad del momento actual para la DC no proviene sólo de la posibilidad de verse otra vez sin candidato en la primera vuelta, sino del riesgo mayor que representaría una eventual opción presidencial de Adolfo Zaldívar.



Max Colodro

Ironías de la política: sin quererlo, uno de los protagonistas centrales de la junta DC realizada este fin de semana ha sido el fantasma de Adolfo Zaldívar, senador expulsado por el partido hace varios meses, pero que se transformó en definitiva en una amenaza tanto mayor que cuando formaba parte de sus filas. Hace unos días, igual que el otro fantasma aquel, Zaldívar recorría Europa, era recibido con honores de Jefe de Estado, se juntaba con líderes internacionales de la DC y denunciaba el colapso de su ex colectividad, fagocitada, según él, por una coalición de centroizquierda ya en plena descomposición. Sus antiguos camaradas, en cambio, inician ahora una larga batalla por la designación del candidato presidencial, en un contexto donde el ex Presidente Frei ha creído percibir una remota oportunidad, derivada de la crisis interna de su partido y de la debilidad que evidencia hoy el liderazgo de Soledad Alvear.

La colectividad falangista se encuentra en los hechos frente a una encrucijada mayor, que afecta y afectará decisivamente el devenir de la Concertación en los próximos meses. Condenada a no llevar candidato presidencial en las últimas dos elecciones, esta vez la ausencia de un candidato DC en la papeleta podría terminar siendo demasiado costosa, sobre todo cuando algunos de sus "aliados" la han notificado de una contienda electoral sin concesiones ni subsidios de ninguna especie. En rigor, las dos listas impuestas por el PPD y los radicales en la elección de concejales han sido la confirmación final de lo que se viene para el próximo año, y no es una mera casualidad que en este cuadro líderes históricos como el ex ministro Boeninger y el ex Presidente Aylwin se encuentren ya desdramatizando el escenario de una elección presidencial con dos candidatos oficialistas.

Pero la complejidad del momento actual para la DC no proviene sólo de la posibilidad de verse otra vez sin candidato en la primera vuelta, sino del riesgo mayor que representaría una eventual opción presidencial de Adolfo Zaldívar. En dicho caso, la potencial fuga de votos deja de estar asociada a un posible perfil de "centro" de Sebastián Piñera, concentrándose en un ex senador de sus propias filas, que fue hasta hace menos de dos años presidente del partido. Gigantesco error de cálculo nunca contemplado por la directiva en el momento de su expulsión, y que ha hecho que el imperativo de llevar candidato hasta el final haya pasado a depender ahora de un factor externo e incontrolable.

Es cierto, los números no favorecen a Frei en las encuestas, pero sus partidarios hacen un cálculo bastante simple y que podría terminar en efecto con el ex Presidente como candidato único de la Concertación. En rigor, la apuesta es la siguiente: Alvear está hoy día pagando todos los costos derivados de la crisis partidaria, lo que se expresa en un claro debilitamiento de su respaldo público. Si Frei logra convencer al partido de que su actual presidenta está condenada a una derrota, puede terminar imponiéndose en la interna para competir en primarias o en la primera vuelta, opción que dejaría al ex Presidente Lagos automáticamente descartado, ya que él mismo anticipó no estar disponible para un escenario de competencia con otro candidato de la Concertación. En dicho cuadro, la posibilidad de que el ex ministro Insulza decida enfrentarse con un ex Presidente de la República aparece menos que remota, cuestión que no ocurre si la candidata DC es en definitiva Soledad Alvear. Frei no tendría entonces contendor y su candidatura terminaría por imponerse en la coalición por simple descarte.

Es verdad que una candidatura de Frei tiene hoy escasas perspectivas frente a un Piñera encumbrado en las encuestas. Pero ese riesgo lo corren en el presente todos los candidatos oficialistas, y por tanto todo es incertidumbre y política ficción. Con Alvear cuesta abajo en las encuestas, Lagos decidido a mantener su convicción de que un ex Presidente no debe competir al interior de su "tribu" e Insulza inhibido a enfrentar a un ex jefe, Frei tiene efectivamente un espacio para soñar siquiera con un eventual retorno. Y a estas alturas, dado el estado de cosas del oficialismo, el ex mandatario podría no estar pensando sólo en el resultado de la próxima elección, sino en quién quedará en las mejores condiciones para rearticular a una Concertación derrotada, obligada por la fuerza de los hechos a iniciar el tortuoso e incierto camino de ser oposición.

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