sábado, 26 de enero de 2008

"Hay que fortalecer el movimiento sindical en Chile"


Entrevista a Osvaldo Andrade
Domingo 20 de enero de 2008.


Andrea Sierra y Eduardo Olivares

Aunque es colocolino, el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, tiene en su casa una colección de más de 300 chunchos. En todo lo demás, al parecer es consecuente.

Pese a las críticas del mundo privado y los roces con Hacienda, uno de los inamovibles del mandato Bachelet está decidido a seguir firme con sus convicciones ideológicas: dar mayor poder a los sindicatos, mejorar la negociación colectiva en Chile y poner en marcha más proyectos para concretar lo que él llama la vocación social del actual gobierno.

Desde su oficina en el séptimo piso del edificio de Huérfanos, levanta la voz para defenderse de las acusaciones de irregularidades en Contraloría, pero sonríe para hablar de la reforma previsional, que se pondrá en marcha en julio con la entrega de una pensión básica solidaria para más de 600 mil chilenos y que, según él, será el proyecto estrella del Gobierno.

-¿La reforma previsional es la última tabla de salvación del Gobierno después del Transantiago?

-Yo nunca me he planteado que este proyecto tenga interés en hacer olvidar otra cosa. Es un compromiso de la Presidenta. Ha adquirido el carácter de emblemático, por varias razones: la envergadura de los involucrados y el compromiso fiscal.

Se pone serio y continúa.

-¿Usted ve naufragando a alguien?, porque uno tiene tablas de salvación cuando alguien se está ahogando y yo no siento que este gobierno esté naufragando.

-Pero la popularidad del Gobierno ha caído ostensiblemente en estos años de gestión, se cambió a gran parte del gabinete... ¿No es un naufragio?

-Esto de las encuestas hay que considerarlas en su mérito. Al Gobierno se le evalúa finalmente al término de su mandato y yo tengo seguridad de que será muy positivo. Pero hay que pensar que cuando un gobierno pone el énfasis en la cuestión social, genera un debate muy complejo. Además, en este país se cambia a un ministro y por Dios que es complejo...

-Pero que renuncie un ministro no ocurre todos los días...

-Que renuncie tan públicamente, porque se ha hecho antes de otra forma. Yo pienso que las renuncias indeclinables para cuando uno es colaborador no debieran existir. No es razonable hacerlo. En eso soy crítico.

-Este lunes es el primer consejo ampliado de este segundo tiempo, ¿cómo lo ve usted?

-Será un momento en que la Presidenta orientará con más detalle lo que son sus aspiraciones para esta segunda etapa: más concreción.

-¿Más gasto?

-El presupuesto ya está aprobado, por lo que no va a haber más lucas, pero ¡hay hartas lucas! y no creo que sea necesario meter más (ríe). Lo que tenemos que hacer es gastarlas y gastarlas bien.

-Es un año electoral también...

-Sí claro, pero cuando uno tiene un gobierno de cuatro años inevitablemente una parte de ese período coincide con las elecciones. Usted comprenderá que sería un desatino mayor si el Gobierno dijera que las inversiones van a durar dos años y después nos chantamos porque vienen las elecciones... Imposible. Es razonable que un gobierno quiera, en la segunda etapa de su período, concretar sus desarrollos y mostrarlos.

-Pero ojalá se haga bien. La propia Presidenta ha dicho que las dueñas de casa serán las grandes favorecidas con esta reforma y eso no es así.

-Lo que pasa es que no son todas las dueñas de casa, sino las que pertenecen al porcentaje de pobreza que el proyecto contempla.

-Vale decir, no es algo especial para las dueñas de casa...

-Por supuesto que no. Lo que sucede es que la mayoría de las personas que están fuera del mercado del trabajo y accederán a la pensión solidaria son mujeres, porque son las que tienen trayectorias laborales informales. En ese cuadro, la dueña de casa es el paradigma al que uno puede recurrir como ejemplo básico.

"Los ministros no tenemos por qué pensar igual"

-¿Siente que gracias a la reforma previsional ha logrado mejorar la relación con su par de Hacienda, con quien ha tenido públicas diferencias en otros temas?

-Yo tengo una estupenda relación con el ministro de Hacienda. Aquí se ha creado una idea totalmente equivocada: los ministros no tenemos por qué pensar igual, pero esto tiene una solución muy simple...

-¿Cuál?

-Que hay una persona que tiene la legitimidad para resolver cualquier controversia y cuando lo hace, todos nos ordenamos en esa lógica.

-¿La Presidenta ha sido la mediadora en sus diferencias con Velasco?

-Muchas de las diferencias que han trascendido no son tales. Y cuando han existido se las hemos expuesto a la Presidenta. Ella ha tomado la decisión a veces sin estar de acuerdo con ninguno de los dos.

-¿Y con quién ha estado más de acuerdo?

-(ríe) Ella ha estado de acuerdo con lo que entiende es lo mejor...

-Pero parece que el más perjudicado ha sido Andrés Velasco. En el último cambio de gabinete Expansiva perdió bastante terreno...

-Yo no me hago cargo de eso. Se ha dado a entender la idea de que los de antes eran técnicos y los de ahora son políticos, lo que me parece artificioso. Lo que se ha hecho es generar un equipo más adecuado para este período.


¿Al senado?

-Se habla de usted como una muy buena carta senatorial. ¿Se irá del gabinete para ponerse en campaña?

-Estoy muy contento aquí. Tengo una gran responsabilidad como ministro del Trabajo en tres cosas: terminar adecuadamente la reforma previsional; entregar las herramientas para mejorar la negociación colectiva en Chile y tengo una gran convicción: necesitamos fortalecer el movimiento sindical en Chile. Creo que ese actor nos falta.

-Pero el año pasado hubo muchas huelgas en Chile protagonizadas por los sindicatos. ¿Quiere fortalecerlos aún más?

-El año pasado terminamos con un promedio de apenas 110 huelgas, que para un país como Chile es menor. Sí tuvimos dos o tres conflictos laborales con una connotación tremenda, pero este no es un país con conflictividad laboral desatada. Ahora tenemos que construir los elementos que permitan a trabajadores y empleadores llegar acuerdos y para eso necesitamos actores equilibrados y simétricos. A mí me dejó preocupado una declaración que hizo Bruno Philippi (de la Sofofa): "Queremos un movimiento sindical que no sea muy musculoso". Entonces, ése es el problema. Dicen "qué bueno que haya sindicatos, pero por favor que no tengan mucho músculo, porque ahí como que se ponen de igual a igual". Y pareciera que eso a los empresarios no les gusta y yo pienso que debería gustarles. En Dinamarca, que es un paradigma, negocia el 90% de los trabajadores y está sindicalizado el 80% y allá ni siquiera hay salario mínimo. ¿Para qué si las cosas se negocian? Pero ahí hay un reconocimiento del otro. El déficit que tenemos es que no tenemos instrumental adecuado y hay que discutir eso. En este país hay instituciones inéditas, ¡si en ninguna parte existen los reemplazos! ¡Y que se diga que este mercado requiere flexibilidad está un poquito pasado de moda!

-¿Cómo responde a las acusaciones por supuestas irregularidades cometidas por usted en Gendarmería?

-Sería bueno que se conozca mejor la información. La Contraloría no le ha hecho ningún reparo a este ministro, y en la agenda administrativa hacer reparos significa configurar una irregularidad que requiere ser enmendada.

-¿Como el caso de Osvaldo Puccio?

-No me voy a referir. Pregúnteselo a Puccio. En mi caso, la Contraloría no formuló ningún reparo. Tengo la suerte de ser extraordinariamente ordenado. Felizmente tenía mis informes, que hice llegar a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, y tuve la grata sorpresa de que ellos dejaron constancia de que no tenían ningún reparo que hacerme.

Candidatura presidencial:
"Los niños ya están corriendo"

-¿Cómo ve la carrera presidencial y la candidatura de Insulza?

-Los plazos son los que están y los niños están corriendo. Dicho esto y más que matricularme con un candidato en particular, estoy convencido de que la definición tiene que ver esencialmente con quién puede ganar y eso no está claro. Las alternativas habrá que verlas en su mérito y cuando se expliciten, porque ahora es algo un tanto larvado: todo el mundo lo sabe pero no se dice.

-¿Apoya que Insulza renuncie a la OEA por una carrera presidencial?

-Si llegado el momento José Miguel entiende que va a dar esta pelea, evidentemente se tiene que dedicar a ella

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