martes, 8 de enero de 2008

Impacto causan en la DC duras palabras de Gabriel Valdés sobre la crisis del partido

Mecurio, martes 8 de enero de 2008.

El embajador en Italia, uno de los fundadores de la tienda de la flecha roja, anticipa la desaparición.

"Estoy muy triste porque la Democracia Cristiana está muy cerca de su fin", afirmó el ex parlamentario.

La fuerza política dominante de ese país desapareció en 1994, dividida en fracciones que terminaron en las alianzas de derecha e izquierda.



FRANCISCO TORREALBA

Fue en la zona en la que se desempeñó como senador por 16 años donde el embajador de Chile en Italia y uno de los fundadores de la DC, Gabriel Valdés, decidió romper su silencio ante la crisis que experimenta la DC y que se agudizó con la expulsión de Adolfo Zaldívar del partido.

"Estoy muy triste, porque veo un aumento de la ambición de poder por sobre los ideales. Creo que se instala un sistema de la 'Cossa Nostra' italiana, en que se busca colocar gente del partido en puestos clave para tener poder, pero sin ideas, sin servicio ni generosidad", declaró Valdés al diario Austral de Osorno este fin de semana.

A reglón seguido, el ex senador agregó: "Veo que los ideales han pasado a ser subordinados de las ambiciones y eso lleva al fin del partido".

En el mismo artículo Valdés señaló: "Estoy muy triste, porque la Democracia Cristian está muy cerca de su fin".

Al ser abordado anoche por este diario en el aeropuerto santiaguino, a su regreso del sur, Valdés no quiso abundar en sus juicios -aseguró que él habla sólo con los medios de su zona-, pero confirmó cada una de sus afirmaciones.

Uno de los primeros en reaccionar a las duras palabras de una de las voces más respetadas en la DC, fue el vicepresidente de la colectividad, Jorge Burgos, quien apuntó que "no creo que el partido esté llegando a su fin, sin duda que estamos en una situación compleja, como hemos tenido otras, pero el tema es cómo salimos y eso se hace con propuestas, con acciones y no sólo con declaraciones".

En una línea similar, el senador Jorge Pizarro hizo una velada alusión a Adolfo Zaldívar para explicar los dichos de Valdés.

"Yo creo que esa tristeza de don Gabriel por lo que ha sucedido en el partido últimamente es por la actitud facciosa de algunos que han privilegiado sus ambiciones personales por sobre el bien común colectivo", dijo el senador.

A su turno, otro de los fundadores de la DC, Renán Fuentealba Moena, coincidió con las palabras del embajador y apuntó que la crisis de su colectividad termina con la salida de los dos grupos en pugna.

También coincidente con Valdés se mostró el ex intendente Marcelo Trivelli, el que aseveró que "comparto el sentir general de don Gabriel. Creo que la crisis más profunda está por venir, porque pensar que con la expulsión de Adolfo Zaldívar se arregla todo es una gran equivocación, porque hay temas más profundos, como los que él menciona. Tenemos que terminar con la hipocresía, los apitutados y los mediocres. El partido está lleno de personas que al final cumplen un rol sólo para el poder y no en la búsqueda del país que queremos".

Asimismo, el jefe de la bancada de senadores DC, Hosaín Sabag, también considera que se debe actuar "para que no lleguemos al pronóstico que señala don Gabriel, porque él está en Italia, donde también vio sucumbir a un importante partido como el nuestro por cosa justamente de concentrarse en el poder por el poder y colocar siempre gente que son solamente incondicionales de los que son dirigentes en un momento determinado".


"Veo un aumento de la ambición de poder por sobre los ideales. Creo que se instala un sistema de la Cossa Nostra italiana, en que se busca colocar gente del partido en puestos clave para tener poder"


La desintegración de la DC italiana

Una de las principales referencias políticas internacionales de Gabriel Valdés es la Democracia Cristiana italiana, que fue el eje del sistema de partidos políticos durante la segunda mitad del siglo XX en ese país y terminó desintegrada en los años noventa.

Liderada por Alcide de Gásperi, la DC fue la fuerza más gravitante de los gobiernos italianos de la posguerra pero, debido a escándalos de corrupción y profundas divisiones internas, entró en la década del 90 en una fase de descomposición que la llevó a perder su rol dominante y terminar convertida en un conjunto de fracciones que constituyeron el "vagón de cola" de las coaliciones mayoritarias de derecha y de izquierda.

En 1992, la DC y sus aliados socialistas perdieron la mayoría en el Parlamento, lo que precipitó un quiebre del que alguna vez fue conocido como "el partido de todas las estaciones". De allí surgieron en 1994 dos movimientos, uno de centroderecha, con escasa representación política, y otro de centroizquierda, con mayor vocación electoral.

En ese marco surgió el Partido Popular Italiano (PPI), bajo el liderazgo de Romano Prodi, que contribuyó a fundar la alianza de centroizquierda El Olivo. Por otro lado nacieron el Centro Cristiano Democrático (CCD) y los Demócratas Cristianos Unidos, que convergieron finalmente en la Unión de Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), asociados a la alianza de derecha de Silvio Berlusconi.


>> Algunas voces

RENÁN FUENTEALBA
Ex presidente DC

"No estoy de acuerdo en que sea el final de nuestro partido, ya que la gran mayoría de sus militantes y simpatizantes están al margen de esta división que yo atribuyo principalmente a las ambiciones de dos grupos".

HOSAÍN SABAG
Senador

"Él está en Italia, donde vio sucumbir a un importante partido, como es el nuestro, por colocar siempre gente que son solamente incondicionales de los que son dirigentes en un momento determinado".

JORGE BURGOS
Vicepresidente DC

"No creo que el partido esté llegando a su fin. Sin duda que estamos en una situación compleja, como hemos tenido otras, pero el tema es cómo salimos, y eso se hace con propuestas, con acciones, y no sólo con declaraciones".

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